lunes, 1 de marzo de 2010

Uno de los rasgos que caracteriza al texto es ser "unidad de comunicación", no el poseer una determinada forma o estructura. El texto como unidad teórica no tiene una extensión prefijada. Su concepción depende de la intención comunicativa. Así pues, un examen, un poema, un anuncio publicitario son ejemplos de la variedad de textos que pueden formar parte de nuestro análisis.

No existe una definición inequívoca del texto. No hay acuerdos sobre si el concepto de texto debe reducirse al plano de la adecuación, del habla, o si es una entidad que tiene también una dimensión en el plano de la lengua o sistema.

Es evidente que el texto posee:
1.Un carácter pragmático: forma parte de un proceso comunicativo en el que adquiere su sentido
2.Un carácter semántico: lo caracteriza un significado global.
3.Un carácter sintáctico: organización en su estructura interna, ya que los enunciados se relacionan en función de unas reglas.

Para una primera aproximación al concepto de texto podemos proponer la definición de E. Bernárdez:
"Texto es la unidad lingüística comunicativa fundamental, producto de la actividad verbal humana, que posee siempre un carácter social; está caracterizado por su cierre semántico y comunicativo, así como por su coherencia profunda y superficial, debido a la intención comunicativa del hablante de crear un texto íntegro y a su estructuración mediante dos tipos de reglas: las propias del nivel textual y las del sistema de la lengua"
CONCEPTOS Y CARACTERISTICAS
Un discurso es un texto argumentativo en el que se realiza una exposición razonada ante un auditorio. Aunque el discurso es una forma de expresión oral, exige una preparación escrita previa. Para preparar un discurso es preciso tener en cuenta una serie de características, entre las que se destacan el auditorio, la intención y el tiempo. El auditorio. Las características del público oyente y del lugar donde va a pronunciarse el discurso influyen tanto en el tono como en el contenido de que se va a decir.
La intención. Aunque el propósito de todo texto argumentativo es convencer, la finalidad o intención con que se hace varía mucho de un tipo de discurso a otro. Así, por ejemplo, no es lo mismo preparar una arenga, en la que se pretende mover a la acción, que pronunciar un sermón, en el que intenta modificar determinada conductas, o pronunciar un discurso político, en el que se pretende difundir determinadas ideas.
El tiempo. La duración del discurso determina tanto la organización como la extensión que se debe dar a cada parte del mismo.
ELEMENTOS
Un discurso bien estructurado contiene las siguientes partes: introducción, desarrollo y conclusión.